Por Zuyeiry Campos Levano
ámbito laboral y familiar
Este problema me parece importante porque a pesar de los avances en temas de igualdad de género, la discriminación hacia la mujer aún se mantiene. Asimismo, la posición de la mujer en la sociedad sigue siendo vulnerable. Por ello, estoy en contra de esta situación, ya que no permite el desarrollo personal de la mujer.
Este problema se desarrolla, principalmente, en dos ámbitos: laboral y familiar. En el ámbito laboral, según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, “El 35,8% de las mujeres son trabajadoras independientes, el 29% trabajadoras familiares no remuneradas, mientras que el 21% labora en el sector privado y 6,5% en el sector público”, esto refleja la carencia de mujeres que existe en los diferentes centros laborales. Además, no se le brinda las mismas oportunidades de trabajo y ascenso. Según un estudio realizado por las investigadoras Nicola Espinosa y Rocío López, donde entrevistaron a 34 mujeres las cuales manifestaron los retos que se les presentaban a la hora de poder ingresar a un centro laboral, uno de ellos fue que, por la condición de ser mujer, fueron subestimadas. Además, se nombró el término “Techo de cristal”, que hace referencia a la limitación de las mujeres en el trabajo, ya que no se le permite tener cargos altos. Son pocas las mujeres que han logrado superar esta barrera, debido a que el machismo aún está presente en algunas empresas. También, los prejuicios son parte de esta discriminación laboral, pues se cree que la mujer no rinde como el hombre. Asimismo, la maternidad es el temor de las empresas, ya que se piensa que eso puede perjudicar a su producción; sin embargo, un estudio ha demostrado que las mujeres son más comprometidas en sus tareas laborales.
Por otro lado, en el ámbito familiar, la principal causa de la discriminación de género es la tradición machista que aún persiste, pues, en pleno siglo XXI se sigue manteniendo la idea de que el hombre es superior a la mujer, esto se puede evidenciar en Afganistán donde la identidad de la mujer se reduce a ‘la hija de’ o ‘la esposa de’; y, en India, los maridos son tratados como dioses. No obstante, existen estereotipos impregnados en nuestra cultura que son difíciles de cambiar en algunas personas, como, por ejemplo, “las mujeres a la cocina”, “todas las mujeres conducen mal”, “el rosado para la mujer y el azul para el hombre”, “todas son delicadas”, etc. Asimismo, se limita el rol de la mujer a lo doméstico; es por ello que, en la actualidad, se busca ejercer la igualdad de género para convivir en una sociedad imparcial, donde todos gocen de los mismos derechos, deberes y oportunidades.
Finalmente, es preocupante que la cultura machista siga prevaleciendo en la sociedad; esto se evidencia en los casos de discriminación o violencia y còmo se daña la integridad de la mujer. Por ello, el objetivo de investigar esta problemática es poder analizar con mayor profundidad el tema para así poder plantear soluciones y disminuir esta problemática.