Por Liliana Calderon Fernandez
ámbito laboral y sexual
La violencia contra la mujer en el Perú es un problema sociocultural del cual todos somos parte. Una sociedad la cual desee un desarrollo y buena calidad de vida para su población no puede quedarse estancada en la discriminación; desde mi punto de vista, la discriminación hacia la mujer afecta tanto a su desarrollo como a sus oportunidades.
El ámbito laboral es en donde más se puede apreciar la discriminación hacia el género femenino; esto puede ser ejemplificado con la diferencia salarial, la calidad del empleo y la discriminación por embarazo o maternidad. La principal razón de estas diferencias se da por los estereotipos y prejuicios hacia las mujeres en el campo laboral. Un caso referido a este ámbito fue redactado por el diario “Gestión”, en el cual abogados laboristas analizaron la brecha salarial entre hombres y mujeres, dando como resultado un 30% de diferencia de remuneración entre los dos géneros. Según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), “por cada sol que percibe un hombre, una mujer recibe S/ 0.74; esto quiere decir que los hombres ganan 23% más dinero que las mujeres en el Perú”.
Por otro lado, en ámbito sexual, la discriminación hacia la mujer es el que está más presente en el Perú; esto se debe al machismo imperante, el cual tendrá que ser desnaturalizado de nuestra sociedad, día a día, si deseamos que esta problemática acabe. Este poblema se presenta en el acoso callejero, el cual, según el Instituto de Opinión de la Universidad Católica (PUCP), “9 de cada 10 limeñas de entre 18 y 29 años aseguraron haber sufrido de acoso en la vía pública”. Otro ejemplo, el cual está relacionado con el anterior, son los casos de violencia o abusos a las mujeres, cuyas cifras han aumentado drásticamente en los últimos años en el Perú.
Por último, el problema más normalizado, el cual un gran porcentaje de nosotros, puede no ser consciente, es la sexualización del cuerpo de la mujer; este tiende a asociarse con prácticas provocativas o sexuales. Esta sexualización va más allá del simple machismo, desde la antigüedad artistas y escultores tendían a exagerar las curvas de las mujeres, haciéndolas más voluptuosas e irreales; esto también está vigente hoy en día en las revistas de moda o programas de televisión, los cuales tratan de vender una imagen extremadamente objetivizada y casi irreal del cuerpo de la mujer. A esto los especialistas lo denominan la cosificación de la mujer.
Para poder avanzar y desarrollarnos como sociedad es imprescindible liberar a la sociedad peruana del machismo imperante y de la discriminación a la mujer, la cual ha tomado múltiples vidas lo que provoca agonía y miedo a las ciudadanas de todo el país.